Nuestra historia
Justo después del Año Nuevo, en la encantadora ciudad de esquí de Sun Valley, Idaho, Quentin había estado pasando las fiestas con su familia, y Macarena estaba también en Sun Valley. En medio de una juntada relajada de amigos y esquiadores, Quentin y Macarena se cruzaron...


Quentin quedó deslumbrado por el encanto innegable de Macarena y su rapidez mental que podía iluminar hasta el día más gris de invierno.
A Macarena le encantó cómo Quentin lograba hacerla reír sin esfuerzo.
Más allá de los chistes, admiraba cómo parecía vivir la vida con una autenticidad y un carisma que es difícil de encontrar.
Su conversación fluyó con mucha naturalidad, como si se conocieran de toda la vida, y la conexión fue instantánea.
Estando en una estación del año en la que el sol se oculta temprano, su encuentro fue como un respiro de aire fresco, renovador y lleno de promesas.
Descubrieron un montón de intereses compartidos, desde el esquí y el arte, hasta la emoción de la aventura y la cocina. O sea, cocinar comida SERIAMENTE rica.
Parecía que el universo había conspirado para juntar a estos dos espíritus gemelos.
A medida que las semanas se convirtieron en meses, su amistad creció, alimentada por pasiones como viajar juntos en auto, ver películas, hacer snorkel en la Isla Catalina, y todas esas aventuras que trae la hermosa locura de la vida.
En un arranque de ambición, Quentin intentó hacer un asado, a pesar de nunca haber pisado Argentina.
El resultado fue una escapada divertida, que generó animadas charlas sobre el arte de pasar horas a la mesa comiendo y charlando - ‘Sobre Mesa’, como decimos por acá.


Quentin y Macarena se regalan mutuamente un sinfín de descubrimientos culturales que enriquecen su relación.
Las palabras no pueden captar la profundidad de su vínculo, pero una verdad sí surgió: lo que empezó como una amistad floreció en una relación profundamente hermosa.
Años después, están listos para embarcarse en la mayor de las aventuras: compartir sus vidas en matrimonio.
¡Brindemos por el amor, las risas, y esos giros inesperados que nos llevan a decir "Sí, quiero"!
